Unidas las Comunidades de Santo Cura de Ars y Pudahuel, recibimos a la familia de nuestra hermana Sonia, a Monseñor Juan Luis Isern quien presidía la eucaristía, a los sacerdotes de nuestra parroquia más cercana los padres Hernán y Julián, a los Amigos del Carisma de Pudahuel y San Miguel, a las Fraternidades de la Encarnación, y a nuestros amigos y amigas más cercanos.
Con alegría compartimos los testimonios de nuestras hermanas : “Los consagrados y las consagradas estamos llamados ante todo a ser hombres y mujeres del encuentro” Papa Francisco.
Con Sonia, estamos celebrando el Amor del Señor y quiero darle gracias por estos 50 años vividos con Él en la Congregación de las Ursulinas de Jesús. A lo largo de estos 50 años de vida consagrada, el Señor me hizo el favor de vivir numerosos encuentros, de compartir alegrías y penas, búsquedas y oraciones de tantos hombres, mujeres,jóvenes y niños, de acoger también lo que está en el secreto de los corazones, para presentar todo al Señor que puede transformar todo en Amor. Hoy, muchas caras de diferentes países y culturas vuelven a la memoria de mi corazón, a mi oración para decir a cada una, a cada uno GRACIAS por lo que cada una, cada uno me aportó, por lo que hicieron crecer en mí ; mi corazón se ensanchó gracias a ustedes … Gracias por dar gracias con nosotras en este día pero también gracias por su oración y por su amistad para continuar el camino del Encuentro en la Gratuidad del Amor recibido”. Marie Thérèse
Cincuenta años al Servicio del Señor, que se han vivido en Asombro – Fidelidad – Coherencia años que me han ayudado a conocerme descubriendo a este Señor de la Vida que ha sido el que ha ido conduciendo mi vida y me ha puesto al Servicio de mis hermanas y hermanos, en diferentes lugares donde él me ha llamado a ser testigo de su amor donde he aprendido a reconocerle en todo rostro humano y acontecimiento de la vida. Gracias a mis Padres José y María q.e.p.d. que nos trasmitieron a mí y hermanos. la Fe y confianza en Jesús, la unidad y sentido de familia el cual seguimos apoyándonos en las situaciones buenas y no tan buenas que nos depara la vida. Gracias a mis hernanas de Congregación, en especial a las que me acompañaron en los periodos de formación, y con las hernanas que he formado comunidad. Y hemos sido testigo de que la Vida Religiosa es posible. Cincuenta años de entrega - servicio que he vivido hasta ahora cimentando mi vida en El Señor, dejándome acompañar por María nuestra Madre. Todo me lleva a dar gracias a Dios, especialmente hoy por mi Comunidad - familia –y todos Ustedes, que con su oración y cariño nos acompañan a Marie Thérèse y a mí. Dar gracias de manera especial a Monseñor Juan Luis quien fue el celebrante de mi consagración definitiva. Que Jesús Verbo Encarnado me siga y nos siga acompañando para ir creciendo cada día más como Familia de la Encarnación”. Sonia Rojas.