Gracias a Dios porque en cada momento ha estado a mi lado sosteniéndome con su amor y su ternura mostrándome el camino y dándome su luz sobre todo en los momentos más difíciles de mi vida.
El día 8 de marzo en la capilla del colegio de Ancud junto a mis hermanas de comunidad, Pilar Hernández de la comunidad Santo Cura, Mi mamá y algunas de mis hermanas, sobrinas y cuñado, funcionarios de la Fundación El Pilar, Familia de la Encarnación, comunidad Cristiana de Guadalupe, amigos y amigas renové la alianza hecha un día 11 de marzo de 1989, un momento lleno de emoción donde se mezclaron sentimientos de alegría y pena, alegría al ver y recibir el cariño de tantas personas que jamás me lo imaginé y pena porque eran momentos de despedida, dejar el lugar de misión que más me apasiona, dejar amigos, familia, mi tierra.
Gracias a cada uno por su apoyo, por sus palabras de ánimo, por su cariño incondicional. Gracias también a quienes de alguna u otra manera se hicieron presentes con sus llamadas de teléfono, correos electrónico etc. Sé que desde la distancia se unieron a este momento tan importante de mi vida : renovar la alianza, decir SI al Señor en este momento me ha llevado a fiarme de su amor y echar las redes mar adentro y acoger las palabra de Luis María Baudouin “JESÚS SOLO”, a Él me abandono y a Él le vuelvo a decir Sí.
Gracias a mis hermanas de comunidad de Ancud que con tanto cariño y entrega prepararon cada detalle de este momento tan significativo, a mi familia que hizo el esfuerzo por llegar a acompañarme. ¡Gracias, gracias, gracias !