Mon, 18 Apr 2016 11:47:22 +0000 (UTC)
Muy queridas hermanas
A propósito de sus correos, preguntas y preocupación por el terremoto que golpeó a algunas provincias del Ecuador, les comparto que este movimiento de tierra, afectó fundamentalmente la parte sur de la Provincia de Esmeraldas y parte de la Provincia de Manabi (Puerto Viejo, Manta y Pedernales). En ambas Provincias se produjeron grandes destrucciones, y como consecuencia de ello, hay una cantidad considerable de personas fallecidas. Las últimas informaciones hablaban de alrededor de 238 muertos. Dentro de este grupo de personas fallecidas, hemos sabido ayer que se encuentran hermanas de las Siervas del Hogar de la Madre y Mercenarias.
Les quiero explicar que nuestra comunidad de Ursulinas queda en la parte norte de Esmeraldas y no sufrió las consecuencias de destrucción como en el sur. Sin embargo, se han dado igualmente algunas situaciones de pérdidas de casas. También se nos informó que esta noche han hecho evacuar a todas las personas que viven a la ribera del río y que han tenido alguna réplica importante.
Para la tranquilidad de todas, les comento que una de las hermanas que viven en Esmeraldas se encuentra en este momento en Chile. Ella se ha podido comunicar por teléfono con diversas personas del lugar, con hermanas de otras congregaciones y también con el dueño de la casa donde viven las hermanas. Todos indican, que el terremoto, no pasó a mayores en el barrio. No así en otros sectores, como el centro de Esmeraldas, donde sí se produjeron destrozos de diversa consideración.
Nuestras hermanas de Quito, también sintieron el temblor propio del terremoto, pero sin consecuencias de ningún tipo, solo el susto. Ellas se encuentran bien.
De parte de todas las hermanas, le agradezco toda su preocupación, cercanía, cariño para con nosotras y con ambos países. Es necesario seguir solidarizándonos especialmente con el pueblo de Ecuador. Pidamos al Señor por tantas personas que viven el dolor de la pérdida de sus seres queridos, para que encuentren su fuerza y su consuelo que este Dios de la vida, que no deja de acompañarnos sobre todo en estos momentos de gran desconcierto y dolor.
Gracias hermanas por su solidaridad, y que Jesús Verbo Encarnado, nos siga animando a todas a vivir nuestra cercanía con el pueblo ecuatoriano. Y que siga animando a nuestras hermanas de Quito y Esmeraldas, en este momento, donde la necesidad de acompañar y sostener a los Ecuatorianos se hace aún más fuerte.
Un abrazo lleno de cariño a cada una.