Muchos de los jóvenes misioneros participantes lo han descrito como una « experiencia profunda de fe, amor y servicio » y un « hermoso regalo de Dios ».
Desde que se anunció que los FMI levantarían este año su campamento en tierras llaneras toda la comunidad que los recibiría se llenó de alegría y esperanza. El objetivo de nuestro campamento ha sido el de animar, acompañar y despertar la fe de nuestro pueblo.. Todos hemos quedados impregnados del Espíritu del Verbo Encarnado, nos sentimos familia y hemos descubierto que es posible caminar juntos. Este campamento se convirtió como una especie de « fuego » que encendió en nuestras vidas y en las comunidades visitadas el deseo de seguir anunciando la Buena Nueva y profundizar más de cerca la espiritualidad y el carisma de la Encarnación. No solo evangelizamos, también hubo espacios para la formación, la espiritualidad y el discernimiento vocacional. Los pilares de este Campamento desde su inicio ha la MISIÓN, LA FORMACIÓN, LA FRATERNIDAD , EL SERVICIO Y LA VOCACIÓN.
En ese sentido, la Pastoral Vocacional tiene la esperanza de iniciar procesos de acompañamiento vocacional con algunos jóvenes participantes y deseamos desde lo más profundo el corazón continuar con esta obra que ha iniciado el Señor en nuestra Región inspirados siempre por el testimonio del Padre Luis María Baudouin.
Estamos felices porque crece la Familia y las semillas del Verbo han sido sembrada en estas tierras llaneras que desde 1990 ha sido pastoreada por los Hijos de María Inmaculada. Contamos siempre con sus oraciones por los jóvenes y por las vocaciones en esta Escuela.
P. Gilberto Párica, FMI. Promotor Vocacional de la Región Venezuela.